Familias, con historias distintas, encuentran consuelo y esperanza en un gran corazón, en el de Cáritas Parroquial Ntra. Sra. de los Ángeles, en Silla, Valencia.
Por Ehab Soltan
HoyLunes – Hay lugares donde el silencio es un lenguaje, y gestos pequeños sostienen el mundo. En Cáritas Parroquial Ntra. Sra. de los Ángeles, en el corazón de Silla, Valencia, escuchan esos susurros, los del hambre y del frío, del miedo y la incertidumbre, que convierten en esperanza, dignidad y dan fuerza, para ayudar a quienes lo han perdido casi todo. Pérdidas que oprimen, que quitan el sueño y la vulnerabilidad envuelve a familias completas: cuando la residencia se pierde; la despensa se agota porque no hay recursos; cuando el trabajo se vuelve una renuncia por diferentes circunstancias; la salud perdida, el exilio, la violencia, la guerra, situaciones diversas —algunas irregulares— que se transforman en orfandad, y encuentran refugio en otras geografías, donde las culturas y los idiomas se mezclan y los más vulnerables encuentran una luz, un refugio en un corazón piadoso, en una mirada misericordiosa y en palabras que dan consuelo y aliento, alimentando los sueños y la esperanza, cuando la despensa se termina, la legalidad se pierde y el abrigo no es accesible.
Su trabajo no parte de grandes promesas ni de discursos grandilocuentes. Parte de algo más sencillo y más firme: de la necesidad compartida de mirar y ayudar a su prójimo sin juzgarlo. De estar presentes cuando nadie más lo está. De tender una mano —no como quien da desde arriba, sino como quien se pone al lado.
Cáritas Parroquial de Ntra. Sra. de los Ángeles en Silla, nació en 1980, gracias a la inquietud de un grupo de mujeres valientes. Dña. Berta Domínguez fue la primera directora, junto a D. Fernando Gómez, entonces párroco y presidente de Cáritas. Desde entonces, su acción ha evolucionado con los tiempos, sin dejar de ser fiel a su origen: acompañar a quienes sufren la exclusión y sostener el tejido invisible que los une como comunidad.

Hoy, con D. Milton Hernán Velásquez como párroco y presidente de Cáritas Parroquial y su Directora Dña. Charo Cámara Bueno, continúan esa labor silenciosa. Su equipo está formado por seis voluntarios —diferentes en edades, recorridos y ocupaciones, pero semejantes en lo esencial—. En Cáritas trabajan en un equipo heterogéneo, sí, pero «unido por un mismo corazón»: una inquietud compartida, la de ayudar sin condiciones, sin esperar nada, solo por el profundo convencimiento de que no se puede vivir bien si otro vive mal.
Cada voluntario aporta su experiencia y su humanidad. Y todos, sin excepción, se han formado en las distintas áreas de actuación de Cáritas parroquial, desde la atención básica hasta el acompañamiento en procesos de empleo o documentación.
Su trabajo es colectivo, sabedores que el trabajo en equipo fructifica. No están solos en esta misión. Cáritas Parroquial Ntra. Sra. de los Ángeles dialoga de manera constante con los servicios sociales municipales, con el Centro de Salud Municipal —a través de su trabajadora social—. Porque mientras las gestiones municipales de emergencia siguen su curso con tiempos establecidos, la ayuda de Cáritas Parroquial atiende la emergencia social, es un puente que enlaza tiempos que no esperan; es un lugar donde cada persona recibe una respuesta integral. A veces no es fácil, pero no cejan. Siempre hay algo en que colaboran de corazón.
Cada mes atienden a unas 60 familias. No son cifras: son rostros, nombres, historias. Cada una llega con una mochila que no siempre se ve, y que pesa más de lo que puede soportar sola. Los escuchan, no para juzgarles ni para clasificarlos, sino para entender, desde el respeto y la empatía, en cómo ayudarlos hacia una solución, son un faro de luz en la adversidad. A veces es ropa, alimentos, medicación, calzado o suministros. Otras veces es algo más complejo: la gestión de un curso de formación, un empujón en su proceso de arraigo o un apoyo en la búsqueda de empleo.

La ayudan que brindan, es posible gracias a su comunidad parroquial. Cada segundo domingo del mes, la colecta va destinada a Cáritas Parroquial Ntra. Sra. de los Ángeles. Y es entonces cuando todo se manifiesta —no con palabras, sino con gestos concretos—, el compromiso con el prójimo: de sus habitantes, autoridades, empresas y donantes; el cual sigue vivo en Silla. Todos con discreción y generosidad, siguen tendiendo la mano. Porque “el compromiso no se mide en euros, sino en humanidad compartida”, en tiempo ofrecido, en interés real por el bienestar del otro. Su razón de ser es la comunidad. Su ayuda va mucho más allá del dinero: es solidaridad hecha acción.
Vivimos tiempos inciertos. En Cáritas Parroquial Ntra. Sra. de los Ángeles de Silla, saben que la vida cambia. Que el futuro es incierto. Que nadie está exento de pasar por momentos difíciles. Y por eso están allí, para tender la mano, para decir: “no estás solo”, no con soluciones mágicas, pero sí con presencia, con escucha, con compañía. Con esa fe callada que no necesita palabras para sostener. Su mayor privilegio es poder ayudar. Y si hoy pueden hacerlo, es gracias a una comunidad viva, comprometida, sensible.
Cáritas Parroquial Ntra. Señora De los Ángeles, es un equipo heterogéneo, que no se parece en nada… salvo en lo más importante: «los une el mismo corazón» en una iglesia que no distingue raza, ni credo, ni religión. Un corazón formado, comprometido y activo. Que no se agota en la tristeza, ni se rinde ante la dificultad. Un corazón que —como el Evangelio— late donde hay sufrimiento y necesidad, y allí se queda para acompañar en el proceso. Es un corazón que ayuda, que guía, que transforma. Y que ama al prójimo».
Porque cuando un corazón late por los demás… es señal de que realmente estamos vivos.
Contacto:
Cáritas Parroquial Ntra Sra. de los Ángeles
Tel. 683 56 35 95
C/ San Vicente nº 3
Silla, Valencia, 46460
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